martes, 19 de noviembre de 2013

Próximas Funciones




Dentro del marco del 
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Lunes 25 de noviembre de 2013, 17:00 hrs.
Teatro del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE)

Serapio Rendón No. 76, Col. San Rafael, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06470, México, D.F.
Tel. 1500-1300


¡Entrada Libre!
(Capacidad 190 personas)

sábado, 28 de septiembre de 2013

Psicología del maltrato- El ciclo de la violencia-Indefensión aprendida


Teorías psicológicas que explican los mecanismos psicológicos que actúan en la situación de maltrato. Explicaciones para el comportamiento paradójico.
En este apartado se van a incluir todas las teorías planteadas hasta el momento que intentan explicar los motivos por los que una mujer maltratada no rompe con su pareja para evitar así continuar recibiendo malos tratos.
En muchas ocasiones, cuando se pregunta directamente a la víctima de malos tratos qué motivos son los que le impiden romper con el agresor, plantea diferentes inconvenientes relacionados con la economía, los hijos, la familia, el miedo a futuras represalias, etc, los cuales se convierten en trabas para tomar la decisión. En otras ocasiones, la mujer manifiesta de forma directa que todavía existe una dependencia emocional de su pareja, aunque incluso a ella le cueste creer que todavía pueda existir algo de afecto. Otras veces,  la mujer no es consciente de que existe dependencia emocional, pero las/los profesionales sí que la detectamos.
 Existen ciertas teorías que estudian los mecanismos psicológicos que actúan en las relaciones de pareja donde existe maltrato.  Algunos teóricos mantienen que existen   mecanismos de afrontamiento cuya finalidad última es salvaguardar la salud mental de la mujer, por lo que ante una situación de violencia, actuarán para conseguir este objetivo (Seligman,1991,1994).
La duda se plantea, cuando conociendo los diferentes mecanismos de afrontamiento del ser humano, hay que diferenciar el momento en que la persona prioriza sobre salvaguardar su integridad física, o su integridad psicológica. Se podría plantear que la respuesta es clara, ya que el ser humano posee el instinto de conservación que le lleva a defenderse de los ataques que le pueden ocasionar daños graves, llegando incluso a la muerte ¿Por qué entonces algunas mujeres maltratadas controlan o anulan este instinto?
Sin entrar en discusión se van mencionar las principales teorías que sirvieron para investigar este tema en un principio y que todavía hoy se siguen utilizando.
 2.b.1. Teoría del Ciclo de la Violencia: 
Leonore Walker (1979), realizó un estudio que resulta interesante para la comprensión e intervención de la violencia conyugal. Utilizando el modelo de la teoría del aprendizaje social, Walker investigó por qué las mujeres golpeadas no pueden visualizar alternativas para salir de la situación de maltrato.
Walker mantiene que estas mujeres fueron maltratadas en etapas iniciales de su relación y pese que al principio realizaron intentos por cambiar la situación, siempre obtuvieron como resultado el fracaso. Según Walker, tal situación puede ser analizada desde la perspectiva de la Teoría de Seligman, sobre la “indefensión” o la “desesperanza aprendida”, donde en el proceso de indefensión, la mujer renuncia a tratar de efectuar modificaciones, aprende a vivir asustada y a creer que es imposible producir un cambio en la situación conyugal.

Teoría de la indefensión aprendida
Esta teoría fue desarrollada por Seligman (1975), a partir de  experimentos hechos con animales en laboratorio. 
Los animales (en un principio perros, y posteriormente ratas, gatos y peces) recibían  descargas eléctricas moderadamente dolorosas. La duración, terminación e intensidad eran determinadas por el experimentador. Las pruebas experimentales mostraron que cuando un organismo ha experimentado una situación traumática que no ha podido controlar, su motivación para responder a posteriores situaciones traumáticas disminuye. Con estos hallazgos, Seligman formuló su teoría según la cual “cuando una persona o un animal se enfrenta a un acontecimiento que es independiente de sus respuestas, aprende que ese acontecimiento es independiente de sus respuestas” (Seligman, 1975).
La indefensión aprendida (Learned Helplessness), conocida también como la desesperanza aprendida, es producida por el aprendizaje de que las respuestas y el reforzamiento son independientes, es decir, que los eventos son independientes de su conducta. Este autor junto con Maier, realizó sus experimentos con perros como sujetos de estudio y posteriormente con ratas (Maier, 1967; 1974). Otros autores, como Seward y Humprey (1967), lo hicieron con gatos y Seligman e Hiroto con humanos.
Las conclusiones a las que estos investigadores llegaron fueron similares y básicamente proponen que la exposición a acontecimientos incontrolables produce indefensión debido al desarrollo de una expectativa según la cual estos acontecimientos son independientes de la conducta. Una vez que los animales y las personas adquieren la creencia de que no pueden influir sobre los acontecimientos aversivos sobreviene la indefensión.
Esta teoría tuvo problemas al intentar aplicarla sobre seres humanos por dos motivos principales:

1º- No diferenciaba entre “Indefensión universal” e “Indefensión personal”, es decir, no diferenciaba casos donde las consecuencias eran incontrolables para todos los sujetos, de los casos en que únicamente lo era para algunos.
2º- No explicaba si la indefensión sería global o específica, crónica o temporal.

Posteriormente otros autores reformulan la teoría para poder aplicarla a seres humanos (Abramson, Seligman y Teasdale, 1978). Para ello se basan en una revisión de la Teoría de la atribución, explicando que al percibir la no contingencia, se produce un proceso de atribución causal para explicar la incontrolabilidad de los hechos
Con este enfoque y su experiencia de trabajo con mujeres maltratadas, Walker (1984), investigó las claves psicológicas y los factores sociales que componían el Síndrome de la Mujer Maltratada, al que denominó así para referirse a aquellos síntomas psicológicos relativos a vivir en una relación donde haya maltrato. Esta autora desarrolló su teoría del Ciclo de la violencia conyugal (1979), teoría que aporta elementos de gran valor para la comprensión de la interacción violenta entre un hombre maltratador y una mujer maltratada.
                              Estudios actuales critican  que el Síndrome de la Mujer Matratada puede implicar ubicar a la mujer víctima de malos tratos en una posición de pasividad, e indica que el énfasis se ha de situar en soluciones individuales para la violencia doméstica en vez de explicaciones inadecuadas que marquen las desigualdades estructurales de la sociedad americana (Rothenberg, 2003).
  
Fases del ciclo de violencia:
El ciclo de la violencia se puede describir en tres fases que varían tanto en duración como en intensidad para una misma pareja y entre distintas parejas:
1) Fase de acumulación de tensión.
2) Fase de explosión de violencia, o fase aguda.
3) Fase de arrepentimiento o “luna de miel”.

A continuación se describen las características de cada una de estas fases:

1) Estadío de acumulación de tensión:
Acumulación de diferentes incidentes, que van aumentando la hostilidad en la pareja.
La mujer intenta evitar la discusión, minimiza los incidentes conflictivos entre la pareja, atribuye a factores externos los motivos por los que su pareja está violenta (estrés laboral, social, etc.) y esto le conduce a la idea de que ella no puede hacer nada para cambiar la situación.
Con el tiempo, la tensión entre la pareja aumenta y también la frecuencia de los incidentes violentos físicos y psíquicos. En la mujer de forma progresiva va aumentando la rabia  y poco a poco, disminuye el control sobre sí misma y la situación. Muchas parejas permanecen en esta primera etapa durante largos períodos de tiempo, pero pese al deseo individual o compartido de evitar la fase aguda, cualquier circunstancia o evento externo puede romper el delicado equilibrio.

2) Estallido de la violencia. 
Momento en que finaliza la acumulación de tensiones y el proceso ya no responde a ningún control. El hombre acepta que su rabia no tiene límite y la mujer también. Durante esta fase se produce la agresión psíquica y/o física sin límites.
La información que se tiene de esta segunda fase es la proporcionada por las mujeres, ya que generalmente, aunque esto está cambiando por los programas que se llevan a cabo actualmente con los agresores, no se cuenta con los testimonios de los hombres maltratadores.
Finalizada esta fase, se produce una situación de calma, de shock, negación e incredulidad de que el episodio haya realmente sucedido.

3) Fase de arrepentimiento o luna de miel.
Esta fase se caracteriza por el arrepentimiento y demostración de afecto del agresor, el cual manifestando actitud de arrepentimiento, intenta volver a recuperar la confianza y el amor de su compañera.
El fin de la segunda fase y la entrada en la tercera es algo muy deseado por ambos miembros de la pareja. El hombre se disculpa por el comportamiento agresivo manifestado, expresando su arrepentimiento y su deseo de cambiar de actitud, así como la promesa de no volver a repetirlo en el futuro. La esperanza y el deseo de la mujer de que realmente sea cierto lo que promete su pareja, hace que perdone lo ocurrido y prosiga con la relación.
Sin embargo, a lo largo del tiempo que dure la relación de pareja, estos episodios se repiten preservando cada vez un período más corto entre ellos y generalmente van aumentando a lo largo del tiempo en intensidad.

En cuanto a la aparición de la violencia, Walker (1984), señala que los primeros indicios de violencia se pueden presentar ya durante el noviazgo, la luna de miel o coincidiendo con el nacimiento del primer hijo. No hay que olvidar, que en la mayoría de ocasiones, la violencia física va precedida por la psicológica, con menosprecios, insultos, y humillaciones. Progresivamente, las agresiones psicológicas van aumentando hasta llegar a la agresión física.

Fuente: http://www.parejasencrisis.com/contenidos-2/violencia/violencia-de-genero/teorias-y-modelos-explicativos-del-maltrato-a-la-mujer/psicologia-del-maltrato-el-ciclo-de-la-violencia-indefension-aprendida/
 

martes, 17 de julio de 2012

DESDE NUEVA YORK, EN EL DÍA DE SU COMPARECENCIA, CARTA DE SOLIDARIDAD DE MUJERES OCUPANDO WALL STREET A LAS MUJERES DE CHIHUAHUA Y ATENCO EN LA ONU Y A TODA LA DELEGACIÓN DE MÉXICO

A nuestra compañera Alma Gómez Caballero, a todas nuestras compañeras de Justicia para nuestras Hijas de Chihuahua, y a todas las mujeres de la delegación mexicana que tuvieron programado ayer y hoy presentar los “informes sombra” en la conferencia de la CEDAW en la ONU:

A todas nuestras compañeras y compañeros feministas del mundo:

Nuestros corazones y pensamientos están con ustedes estos dos días, mientras la delegación de mujeres de Chihuahua denuncia los feminicidios y los asesinatos de activistas de derechos humanos; mientras la delegación de mujeres de Atenco tiene programado hoy hablar sobre la espantosa tortura sexual que sufrieron en 2006, abiertamente autorizada por el presidente electo mexicano Enrique Peña Nieto para “poner el orden”, como dijo. Nosotros no pensamos que el “orden” deba implicar violaciones y torturas sexuales a las mujeres. Eso no es orden. Estamos pensando en todas ustedes mientras están representando con orgullo a todas las sin voz en el mundo, mientras ustedes protestan contra la discriminación a las mujeres y sus consecuencias. El daño hecho a ustedes es un daño hecho a todas las mujeres. Somos la mitad de este mundo. Las abrazamos y las apoyamos. Difundiremos sus palabras de amor para poner fin a los actos de odio. Aunque los medios de comunicación del poder empresarial escondan los horrendos crímenes que están teniendo lugar en nuestro país vecino, la palabra de ustedes prevalecerá.

Con nuestra solidaridad:
Mujeres Ocupando Wall Street, Nueva York
Women Occupying Wall Street
New York, USA, July 17th, 2012

Ver carta original en el sitio Tumblr de Women Occupying Wall Street, NYC:
http://wowsnyc.tumblr.com/